No sé si os ha pasado pero yo, de repente, oigo "té matcha" por todas partes. No lo había oído en mi vida, pero de la noche a la mañana no hago otra cosa que ver recetas por la blogosfera con este ingrediente que parece haber salido de la nada...
Es el té verde más puro que hay. Yo lo compré en las tiendas Tea Shop, en las que venden una bolsita hermética de té apto para repostería. Es caro, no os voy a engañar, ya que la bolsita me costó unos 23€. Eso sí, dura muchísimo ya que para esta receta sólo hay que usar una cucharadita.
Ingredientes
harina
200 g de azúcar
200 g de mantequilla
4 huevos
100 ml de leche
200 gr de harina self-raising (o harina con levadura)*
1 cucharadita de té verde Matcha
* es un tipo de harina que viene con levadura y sal incorporada. Yo la encontré en Carrefour, en el pasillo de comidas de otros países, pero también podéis hacerla casera de la siguiente forma: por cada taza de harina que necesitéis hay que añadir 1 cucharadita colmada de levadura en polvo y 1/2 cucharadita de sal. Mezclar bien y listo.
Batir mantequilla (que debe estar a temperatura ambiente) con el azúcar hasta que tenga textura cremosa (un par de minutos).
Añadimos los huevos de uno en uno. No añadir el siguiente hasta que el primero se haya integrado del todo.
Echamos ahora la leche, poco a poco y batimos para que esta se integre.
Es curioso pero, al menos en mi caso, siempre que he hecho esta masa se me ha cortado en este punto. Si os pasa no os preocupéis ya que se arregla al echar la harina.
Incorporamos la harina con levadura junto al té matcha (tamizados). Batimos hasta que esté totalmente incorporada.
Rellenamos nuestras cápsulas 2/3 (a mi me gusta llenarlas casi hasta arriba para que queden gorditos, pero eso ya es a gusto de cada uno) y horneamos en horno precalentado a 180 grados durante 20 minutos.
Una vez horneados los dejaremos enfriar 10-15 minutos dentro del molde para cupcakes. Después los dejaremos enfriar del todo sobre una rejilla. Deben estar completamente fríos antes de decorarlos, ya que de lo contrario se nos derretiría el frosting.
Para la cobertura usé el frosting de queso crema (podéis ver la receta aquí). Debería empezar a probar nuevas coberturas ya que últimamente siempre uso la misma pero... es que está tan rica!...
Para decorarlos usé la boquilla 1M de Wilton.
Y eso es todo, ¡¡espero que os guste!!